Publicado en Mirador el 19 de julio de 1934
( Hasta a los más alejados de las aficiones folclóricas les ha tenido que llegar alguna vez el famoso nombre de esta mujer, verdadera institución del cante jondo, más conocido ahora con el pintoresco nombre de ópera flamenca.
Eso de ópera flamenca suena de una manera extraña y mucha gente no acierta a explicarse qué tiene que ver la ópera con el cante jondo. A pesar de las apariencias la explicación no puede ser más sencilla.
Loa concierto de cante jondo se han acogido a esta denominación porque, ante Hacienda, la opera goza de un trato privilegiado en lo que se refiere al pago de impuestos.
Eso hace posible que menudeen las manifestaciones de este arte ni conocido ni valorado suficientemente. En estos días ha desfilado en cuatro sesiones lo más granado de los cultivadores de este dificilísimo género: Cepero, Niño de Marchena, Pena (hijo), Canalejas, Pepe Pinto, Niña de los Peines, y los famosos guitarristas Montaya, Niño Ricardo y otros destacados artistas.
Pero por encima de todos estos y, casi podríamos decir de todos los que se dedican a este arte, destaca el prestigio de la Niña de los Peines, que es hoy en día, además del valor más positivo de toda la gama contemporánea, la representación más genuina de lo que el cante jondo tiene de tradición e historia por mucho que esta historia sea casi inédita. La Niña de los Peines es la depositaria del las verdaderas esencias tradicionales del cante jondo puro, de la autenticidad de los bellos estilos, que sobrevive a todas las corrupciones causadas por la comercialización del género.
La injerencia del gran público en el cante flamenco- que en principio sólo era cultura para diversión de unos cuantos en reuniones mas bien íntimas, de una selección espontánea hecha porque la gente de entonces buscaba al cante al contrario que ahora que el cante busca al público- ha hecho que en la ejecución y en la elección del repertorio mande el publico allí donde antes mandaba el artista y de ese modo, ya se sabe, al final se acaban cantando cuplés.
Es por eso que en estas cuatro sesiones hemos oído, a petición de gran parte del público, como el Niño de Marchena hacía una interpretación de un cursi subido de ese fragmento de los hermanos Quintero de Amores y amoríos: “Era un jardín sonriente –era una tranquila fuente- de cristal”, poniendo en ello todo el alma y un montón de condiciones persónela que son un prodigio y ha hecho su nombre famoso que ha llegado a ser uno de los primeros dentro del flamenco a pesar de estas lamentables desviaciones.
Hemos escuchado también como Pepe Pinto, un gran cantaor de fandangos, nos explicaba la larga historia “de la hija que vendió su honor para salvar a su madre enferma y el hombre que la compró no quiso hacer uso de ella (¡¡) y con la chica se casó”. Y como Canalejas, un muchachito que ha sido la última revelación y que es un destacado estilista después de cantar admirablemente unos fandanguillos por soleares cerraba la actuación con un cuplé. Rocío, manojito de claveles, capullito florecío…con un ritmo mezcla de pasodoble y ganas de acabar.
Y hasta hemos visto como se anuncia a la Niña de los Peines, después de 35 años de carrera, como la creadora del Manolito Re.
Todo eso ha hecho que nos acercáramos a la famosa Niña en busca de su autorizada opinión y para saber algo interesante sobre su pintoresca persona.
La hemos encontrado después de muchas dificultades en la terraza de un café de la Rambla donde suelen reunirse cantaores, guitarristas, gitanos y gentes así. A pesar de que es un lugar público la Niña de los Peines tenía visitas. Estaba rodeada de gitanos y lo bueno es que a nuestras preguntas a menudo respondía todo el mundo antes que ella. Un sujeto de los más decidido nos interrumpió diciendo: “usté, lo que tiene que poné en los diarios es que la Niña de los Peines es mundial” casi dando por acabada una entrevista que acababa apenas de comenzar.
Yo, de verdad, me llamo – nos dice la Niña - Pastora Pavón Cruz, nací en Sevilla hace cuarenta y tres años en el la calle del Valle 19 y soy gitana como toda mi familia
- …?
Debuté por casualidad, o mejor dicho por delegación, en una caseta de la Feria de Sevilla donde cantaba mi hermano Arturo, aquí presente (“Muy señor Mío” …Choque de manos) al sustituirlo un día en que estaba bebido. Esta contingencia solía darse con tanta frecuencia que comencé a hacerme célebre. Entonces tenía ocho años, o sea que de eso ya hace treinta y cinco años.
- ¿
¿Por qué me llaman la Niña de los Peines? Pues por casualidad y casi a mi pesar, porque cantaba en un estilo del que hice una creación personal. Era una especie de Tanguillo, el Tanguillo de los peines, una interpretación de una canción que de pequeña le había oído a un ciego de Pila (Sevilla). No era un estilo de mucha pureza flamenca y lo abandoné pronto. Por eso, a causa de este origen no me gusta mi nombre de guerra; me gusta más mi primitivo nombre, el que la gente me borró para llamarme siempre la Niña de los Peines.
- ¿
Cuando comencé a ser famosa me llamaban la hermana de Arturo (y aquí mira orgullosa a su hermano segura de haberle dado una satisfacción).
- -.. ¿
Mi debut formal como cantaora y ya como Niña de los Peines lo hice hacia el primer año de este siglo en Madrid en el Café del Brillante, alternando con todo lo bueno y lo mejor del cante con fundamento (es así como ella llamaba al cante serio y de buen estilo). En aquel entonces, en aquel café cantaban Arturo Pavón (su hermano), Ángel de Baeza, Manuel Torres, uno de los más inolvidables astros de la flamenquería y Chacón (Don Antonio), un cantador ante cuya memoria hay que quitarse el sombrero. En aquellos tiempos yo ganaba cuatro duros. Dona Antonio Chacón ganaba seis y era el que más ganaba. Dos años después fui contratada para ir a Jerez ganando ocho duros diarios; superaba a Chacón, con gran enfado de los consagrados. En Jerez me quedé mucho tiempo en la Primera de Jerez, la taberna más famosa y reconsagrada del mundo, entonces verdadera meca del cante con fundamento, las soleares, las seguiriyas gitanas bulerías…. todo lo que de aquí a dentro de veinte años, si Dios no lo remedia, no habrá quien pueda oírlo porque no quedará quien pueda cantarlo. Chacón hizo mucho por la conservación del cante puro y en su lucha contra el mal gusto del gran público padeció bastante; los últimos años de su vida fue bastante silbado por no plegarse a adaptar su repertorio, que era un tesoro de tradición, a los imperativos de la moda. Yo voy capeando el temporal con una pequeña dosis de transigencia, sin olvidar lo que es el cante y cultivándolo, a poco que el ambiente lo permita.
- …?
El año trece, antes de la guerra, fui contratada con el guitarrista Molina para grabar discos en París y en Berlín. Soy la primera que ha cantado flamenco para el gramófono. Cuando hice las primeras pruebas, los ingenieros alemanes lloraban al oírme cantar por soleares de tanto sentimiento que ponía.
- ..?
- He ganado mucho dinero y guardo una parte que me permita tener una vejez tranquila. De cuatro duros que ganaba cuando empecé he llegado a ganar cien, que es lo que cobro hora por cada concierto.
- --¿
- - No le puedo decir quién me gusta más y quién me gusta menos porque nuestra gente es muy susceptible y no podría hacer tantos elogios como sería preciso para que tuvieran la fiesta en paz. Le podría decir quién es hoy para mi gusto el más grande de todos los cantaores, pero no sería bien visto que lo dijera yo precisamente.
- …
- No se piense que hablo de mí. ¡Pero bueno! No de mi hermano Arturo. Se trata de otro hermano más pequeño que yo, de cuya orientación me enorgullezco, Tomás Pavón.
- La Niña de los Peines son quiere ser más explícita, pero hemos podido saber que ve en este hermano suyo a su heredero, al hombre en quien hará continuar la tradición de su nombre glorioso y toda la pureza del cante con fundamento,.
- Para acabar le preguntamos cómo nace, cómo se forma, cómo aprende y se perfecciona un cantador, cómo se hizo ella misma.
- Eso no se aprende. Se encuentra en la cuna, se absorbe de la calle y se perfecciona con la vida. Cada uno se lo hace el mismo como puede y si sale bien o mal, ya lo dicen los demás, y, a veces, tardan mucho en decirlo…
- Pero un gitano de esos que rodena siempre a la Niña quiso sacarnos de dudas; ¿Zabusté cómo fue que se dedicara la Niña al cante? Pues yo ze lo explicaré a usté en dos palabras. La Niña, zabusté, fue a Madrid con su madre para ver a su tía Tomasa, pero en cuando llegaron la tía Tomasa s’ había muerto y entonces, pos claro, no tuvo más remedio que dedicarse al cante.
- Acabamos. A la terraza iban llegando los que salían de los toros, de ver al Gallo y a Belmonte. Todo iba tomando un aire retrospectivo. La Puerta de la Paz se hallaba coronada con un crepúsculo siniestro. Subimos Rambla arriba recordando aquella copla por soleares que la Niña de los Peines ha hecho famosa:
Deja que la gente hable
Que más hablaron de Dios
Y era de mejor linaje
Ernest Guasp
(Traducción de Jesús Vidal Villalba).
Eso de ópera flamenca suena de una manera extraña y mucha gente no acierta a explicarse qué tiene que ver la ópera con el cante jondo. A pesar de las apariencias la explicación no puede ser más sencilla.
Loa concierto de cante jondo se han acogido a esta denominación porque, ante Hacienda, la opera goza de un trato privilegiado en lo que se refiere al pago de impuestos.
Eso hace posible que menudeen las manifestaciones de este arte ni conocido ni valorado suficientemente. En estos días ha desfilado en cuatro sesiones lo más granado de los cultivadores de este dificilísimo género: Cepero, Niño de Marchena, Pena (hijo), Canalejas, Pepe Pinto, Niña de los Peines, y los famosos guitarristas Montaya, Niño Ricardo y otros destacados artistas.
Pero por encima de todos estos y, casi podríamos decir de todos los que se dedican a este arte, destaca el prestigio de la Niña de los Peines, que es hoy en día, además del valor más positivo de toda la gama contemporánea, la representación más genuina de lo que el cante jondo tiene de tradición e historia por mucho que esta historia sea casi inédita. La Niña de los Peines es la depositaria del las verdaderas esencias tradicionales del cante jondo puro, de la autenticidad de los bellos estilos, que sobrevive a todas las corrupciones causadas por la comercialización del género.
La injerencia del gran público en el cante flamenco- que en principio sólo era cultura para diversión de unos cuantos en reuniones mas bien íntimas, de una selección espontánea hecha porque la gente de entonces buscaba al cante al contrario que ahora que el cante busca al público- ha hecho que en la ejecución y en la elección del repertorio mande el publico allí donde antes mandaba el artista y de ese modo, ya se sabe, al final se acaban cantando cuplés.
Es por eso que en estas cuatro sesiones hemos oído, a petición de gran parte del público, como el Niño de Marchena hacía una interpretación de un cursi subido de ese fragmento de los hermanos Quintero de Amores y amoríos: “Era un jardín sonriente –era una tranquila fuente- de cristal”, poniendo en ello todo el alma y un montón de condiciones persónela que son un prodigio y ha hecho su nombre famoso que ha llegado a ser uno de los primeros dentro del flamenco a pesar de estas lamentables desviaciones.
Hemos escuchado también como Pepe Pinto, un gran cantaor de fandangos, nos explicaba la larga historia “de la hija que vendió su honor para salvar a su madre enferma y el hombre que la compró no quiso hacer uso de ella (¡¡) y con la chica se casó”. Y como Canalejas, un muchachito que ha sido la última revelación y que es un destacado estilista después de cantar admirablemente unos fandanguillos por soleares cerraba la actuación con un cuplé. Rocío, manojito de claveles, capullito florecío…con un ritmo mezcla de pasodoble y ganas de acabar.
Y hasta hemos visto como se anuncia a la Niña de los Peines, después de 35 años de carrera, como la creadora del Manolito Re.
Todo eso ha hecho que nos acercáramos a la famosa Niña en busca de su autorizada opinión y para saber algo interesante sobre su pintoresca persona.
La hemos encontrado después de muchas dificultades en la terraza de un café de la Rambla donde suelen reunirse cantaores, guitarristas, gitanos y gentes así. A pesar de que es un lugar público la Niña de los Peines tenía visitas. Estaba rodeada de gitanos y lo bueno es que a nuestras preguntas a menudo respondía todo el mundo antes que ella. Un sujeto de los más decidido nos interrumpió diciendo: “usté, lo que tiene que poné en los diarios es que la Niña de los Peines es mundial” casi dando por acabada una entrevista que acababa apenas de comenzar.
Yo, de verdad, me llamo – nos dice la Niña - Pastora Pavón Cruz, nací en Sevilla hace cuarenta y tres años en el la calle del Valle 19 y soy gitana como toda mi familia
- …?
Debuté por casualidad, o mejor dicho por delegación, en una caseta de la Feria de Sevilla donde cantaba mi hermano Arturo, aquí presente (“Muy señor Mío” …Choque de manos) al sustituirlo un día en que estaba bebido. Esta contingencia solía darse con tanta frecuencia que comencé a hacerme célebre. Entonces tenía ocho años, o sea que de eso ya hace treinta y cinco años.
- ¿
¿Por qué me llaman la Niña de los Peines? Pues por casualidad y casi a mi pesar, porque cantaba en un estilo del que hice una creación personal. Era una especie de Tanguillo, el Tanguillo de los peines, una interpretación de una canción que de pequeña le había oído a un ciego de Pila (Sevilla). No era un estilo de mucha pureza flamenca y lo abandoné pronto. Por eso, a causa de este origen no me gusta mi nombre de guerra; me gusta más mi primitivo nombre, el que la gente me borró para llamarme siempre la Niña de los Peines.
- ¿
Cuando comencé a ser famosa me llamaban la hermana de Arturo (y aquí mira orgullosa a su hermano segura de haberle dado una satisfacción).
- -.. ¿
Mi debut formal como cantaora y ya como Niña de los Peines lo hice hacia el primer año de este siglo en Madrid en el Café del Brillante, alternando con todo lo bueno y lo mejor del cante con fundamento (es así como ella llamaba al cante serio y de buen estilo). En aquel entonces, en aquel café cantaban Arturo Pavón (su hermano), Ángel de Baeza, Manuel Torres, uno de los más inolvidables astros de la flamenquería y Chacón (Don Antonio), un cantador ante cuya memoria hay que quitarse el sombrero. En aquellos tiempos yo ganaba cuatro duros. Dona Antonio Chacón ganaba seis y era el que más ganaba. Dos años después fui contratada para ir a Jerez ganando ocho duros diarios; superaba a Chacón, con gran enfado de los consagrados. En Jerez me quedé mucho tiempo en la Primera de Jerez, la taberna más famosa y reconsagrada del mundo, entonces verdadera meca del cante con fundamento, las soleares, las seguiriyas gitanas bulerías…. todo lo que de aquí a dentro de veinte años, si Dios no lo remedia, no habrá quien pueda oírlo porque no quedará quien pueda cantarlo. Chacón hizo mucho por la conservación del cante puro y en su lucha contra el mal gusto del gran público padeció bastante; los últimos años de su vida fue bastante silbado por no plegarse a adaptar su repertorio, que era un tesoro de tradición, a los imperativos de la moda. Yo voy capeando el temporal con una pequeña dosis de transigencia, sin olvidar lo que es el cante y cultivándolo, a poco que el ambiente lo permita.
- …?
El año trece, antes de la guerra, fui contratada con el guitarrista Molina para grabar discos en París y en Berlín. Soy la primera que ha cantado flamenco para el gramófono. Cuando hice las primeras pruebas, los ingenieros alemanes lloraban al oírme cantar por soleares de tanto sentimiento que ponía.
- ..?
- He ganado mucho dinero y guardo una parte que me permita tener una vejez tranquila. De cuatro duros que ganaba cuando empecé he llegado a ganar cien, que es lo que cobro hora por cada concierto.
- --¿
- - No le puedo decir quién me gusta más y quién me gusta menos porque nuestra gente es muy susceptible y no podría hacer tantos elogios como sería preciso para que tuvieran la fiesta en paz. Le podría decir quién es hoy para mi gusto el más grande de todos los cantaores, pero no sería bien visto que lo dijera yo precisamente.
- …
- No se piense que hablo de mí. ¡Pero bueno! No de mi hermano Arturo. Se trata de otro hermano más pequeño que yo, de cuya orientación me enorgullezco, Tomás Pavón.
- La Niña de los Peines son quiere ser más explícita, pero hemos podido saber que ve en este hermano suyo a su heredero, al hombre en quien hará continuar la tradición de su nombre glorioso y toda la pureza del cante con fundamento,.
- Para acabar le preguntamos cómo nace, cómo se forma, cómo aprende y se perfecciona un cantador, cómo se hizo ella misma.
- Eso no se aprende. Se encuentra en la cuna, se absorbe de la calle y se perfecciona con la vida. Cada uno se lo hace el mismo como puede y si sale bien o mal, ya lo dicen los demás, y, a veces, tardan mucho en decirlo…
- Pero un gitano de esos que rodena siempre a la Niña quiso sacarnos de dudas; ¿Zabusté cómo fue que se dedicara la Niña al cante? Pues yo ze lo explicaré a usté en dos palabras. La Niña, zabusté, fue a Madrid con su madre para ver a su tía Tomasa, pero en cuando llegaron la tía Tomasa s’ había muerto y entonces, pos claro, no tuvo más remedio que dedicarse al cante.
- Acabamos. A la terraza iban llegando los que salían de los toros, de ver al Gallo y a Belmonte. Todo iba tomando un aire retrospectivo. La Puerta de la Paz se hallaba coronada con un crepúsculo siniestro. Subimos Rambla arriba recordando aquella copla por soleares que la Niña de los Peines ha hecho famosa:
Deja que la gente hable
Que más hablaron de Dios
Y era de mejor linaje
Ernest Guasp
(Traducción de Jesús Vidal Villalba).
Gracias, Jesús
Muchas gracias David, por la entrevista a la Niña, pero ¿quién me lo va a traducir al buen castellano?
ResponderEliminarEs muy curioso leer a Pastora hablando... catalán.
Salud.
Jesús Vidal, siempre tan dispuesto, está preparando la traducción.
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