A los teístas (del dios verdadero, claro) les gusta celebrar por estas fechas las primeras comuniones (así las llaman) de sus infantes. Manolo Caracol –los negocios también eran lo suyo- no desaprovechó la ocasión y ofreció su "aristocrático" Los Canasteros para festejar tan angelicales eventos:
Lo que le mereció pasar por La comisaría de papel de La Codornizaunque evitó La cárcel.
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