consagra definitivamente el género en la capital francesa; a partir de ese momento los flamencos serán asiduos visitantes. La llegada de Edison a París con motivo de su exposición fue celebrada por el diario Le Figaro con una suntuosa fiesta que, como no podía ser menos, contó con la presencia de la gitana que había causado sensación (y perplejidad) con su baile: La Macarrona. Así lo recogió el propio diario francés:
Eusebio Blasco se hizo eco de la noticia pero sin citar a la artista jerezana
((Hace unos días el maestro Faustino Núñez comentó el, sin duda, acontecimiento más destacado generado por la presencia de las gitanas granadinas en París: el “secuestro” de una de sus componentes por un conde ruso. La “secuestrada” no fue La Macarrona como se ha afirmado en muchas ocasiones, se trataba de una joven llamada Soledad; de lo mucho que se escribió sobre el asunto (en Francia y en España) dos muestras:
Un poema de Èmile Bergeraty una crónica de Isidoro Fernández Flórez Fernanflor
Por cierto, La Macarrona y Soledad volvería a trabajar juntas en París
cuatro años más tarde))
Très intéressant mon cher ami. Un abrazo
ResponderEliminarMuchas gracias, primo.
ResponderEliminarUn abrazo