Los festivales flamencos tuvieron su cénit en la segunda mitad de los años 70 del siglo pasado; hasta en León, patrocinado y organizado por el ayuntamiento, tuvieron el suyo
plagado de primeras figuras.Al gacetillero que cubrió el evento se le notaba su bisoñez en este tipo de acontecimientos
Pero lo que realmente conmovió a la ciudad fue la celebración un par de días después del
No sé si al alcalde Manuel Díez Ordás se le cayeron los blue jeans (que había estrenado para asistir al festival flamenco) del susto al leer lo que decía al día siguiente
el diario de la ciudad sobre el “enrollamiento roquero” que su ayuntamiento también había patrocinado.