El asedio al Santuario de Nuestra Señora de la Cabeza por parte de las tropas republicanas fue un episodio de la guerra civil que alcanzó cierta notoriedad. A ello colaboró sin duda la película
que Arturo Ruiz Castillo dirigió en 1949.
La reconstrucción del Santuarioestuvo entre las prioridades de la dictadura recién instaurada. Para ello se organizaron cuestaciones
y festivales con los que recaudar fondos. Uno de ellos, patrocinado por “nuestro queridísimo general Don Gonzalo Queipo de Llano”, contó con la participación (voluntaria o no, cómo saberlo)
de destacados flamencos