Como se puede constatar en estos Papeles 1922 es el AÑO. Así con todas las mayúsculas. Hasta ese momento las noticias flamencas, con excepciones, ocupaban un espacio irrisorio en la prensa. La celebración del Concurso de Granada trastocó la inercia. Aunque el certamen en sí no pasó de ser una provinciana ocasión para que las señoritas (bien) del lugar lucieran palmito, su transcendencia fue notable. La prensa, siempre tan perspicaz, se enteró al fin de que muy cerca de sus oídos sonaba una peculiar música con melodías que trascendían el consabido dolor de tripas.
Granada fue el comienzo y muchas ciudades siguieron su estela. Cartagena, por ejemplo.
El concurso, convocado por la Cofradía California y a beneficio de sus procesiones, se anunció para los días 30 y 31 de agosto de 1924
y admitía cantaores aficionados y profesionales.
Los participantes
Los premiados
María La Gazpacha triunfó entre los profesionales, la noticia destaca la importancia de José Martínez de Galisonga y de la Serna (en Cataluña todavía se acuerdan de su hermanito Luis) en la organización del festival.