Paso con mucha frecuencia por la calle de la Magdalena de Madrid y siempre hago una paradita en la Librería Sin Tarima; solazado ya con la cultura me tomo unos “toritos” en la cercana Bodegas Alfaro. Tras la lectura de este suelto
siempre que ande por allí se me irá la vista hacia el número 30de esa calle Magdalena.
Allí estaba situado el Café Numancia donde, un día de febrero de 1913, se encontraron Ramón Montoya y el “Niño Torres” (¿Manuel Torre?).
Lo dejó escrito el villasecano José Manuel Santos “Verde y Oro” (al que dicho sea entre paréntesis sus compañeros de redacción de El Eco toledano le gastaron esta bromita
el día de los inocentes de 1916)
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